El suave clima de Anjou acaricia este elegante castillo que domina el curso del río Loir, rodeado de 9 hectáreas de parque. Totalmente restaurado, el recinto ha reencontrado su alma de antaño. Las habitaciones, decoradas con esmero y refinamiento, ofrecen confort y bienestar. El chef de origen italiano Attilio Marrazzo, formado con Joël Robuchon, se instaló en mayo. Ha creado un menú de alta cocina que combina audacia y creatividad. El establecimiento ofrece un suntuoso marco para sus actos de empresa, con dos salas en antiguos graneros de los siglos XV y XVII, con capacidad para 20 y 200 personas. En el Château de Noirieux, los momentos de relajación y las horas de estudio son igual de agradables.