LA ONZIÈME FOLIE, el nuevo espectáculo de LYNDA LEMAY.
La historia de la locura de Lynda Lemay tiene un nuevo aspecto, una nueva cabeza. Su espectáculo "La vie est un conte de fous" ha cambiado. En LA ONZIÈME FOLIE, seguimos encontrando a la misma Lynda, la misma libertad, los mismos músicos en escena.
Y, sin embargo, el viaje al corazón de la vida toma una ruta diferente. Es la misma intensidad de sentimientos nuevos, emociones que encuentran la manera de ser más fuertes que nunca. Es el mismo viaje en montaña rusa en un tiovivo nuevo. La iluminación, dominada por Pierre Roy desde hace décadas, nos muestra todo el esplendor del espectáculo, y el sonido, a cargo de un prodigio en la materia, nos pega los instrumentos al corazón y la voz de Lynda a las tripas. Se trata del mismo mundo, pero bajo una luz diferente. Lynda renueva sus interpretaciones, lleva aún más lejos la improvisación, se deja llevar, ríe y se casa repetidamente con su fiel público. Al piano, la guitarra y los coros, la calidez y la complicidad de Claude Pineault crean espontáneamente arreglos milagrosos. Lo mismo sucede con Marc Angers, que ondula, vibrante de emoción, la barbilla sobre su violín mágico. LA ONZIÈME FOLIE coincide con la undécima gira de conciertos de Lynda à vie. Once es, sin duda, un número de la suerte.
La historia de la locura de Lynda Lemay tiene un nuevo aspecto, una nueva cabeza. Su espectáculo "La vie est un conte de fous" ha cambiado. En LA ONZIÈME FOLIE, seguimos encontrando a la misma Lynda, la misma libertad, los mismos músicos en escena.
Y, sin embargo, el viaje al corazón de la vida toma una ruta diferente. Es la misma intensidad de sentimientos nuevos, emociones que encuentran la manera de ser más fuertes que nunca. Es el mismo viaje en montaña rusa en un tiovivo nuevo. La iluminación, dominada por Pierre Roy desde hace décadas, nos muestra todo el esplendor del espectáculo, y el sonido, a cargo de un prodigio en la materia, nos pega los instrumentos al corazón y la voz de Lynda a las tripas. Se trata del mismo mundo, pero bajo una luz diferente. Lynda renueva sus interpretaciones, lleva aún más lejos la improvisación, se deja llevar, ríe y se casa repetidamente con su fiel público. Al piano, la guitarra y los coros, la calidez y la complicidad de Claude Pineault crean espontáneamente arreglos milagrosos. Lo mismo sucede con Marc Angers, que ondula, vibrante de emoción, la barbilla sobre su violín mágico. LA ONZIÈME FOLIE coincide con la undécima gira de conciertos de Lynda à vie. Once es, sin duda, un número de la suerte.
