Esta brasserie es una auténtica institución en Angers, situada frente a la estación. Con su fachada negra y dorada, su decoración intimista y elegante de inspiración art déco y su magnífico mostrador, el local es apreciado tanto por los habituales de Angers como por los viajeros de paso. Vienen a degustar una cocina de brasserie de alta calidad, con platos hermosos y copiosos, así como platos gourmet. Las carnes, como el tartar de ternera a cuchillo o los riñones de ternera con morillas, son excelentes, al igual que el chucrut del mar con salsa beurre blanc. Las bandejas de marisco son la especialidad del lugar y se pueden comer allí mismo o en casa. En cuanto al postre, recomendamos especialmente la isla flotante y la tarta de limón y merengue. Todo ello atendido por un equipo muy profesional y atento. Dato extra: en verano, la terraza a la sombra es perfecta para una comida o cena al aire libre.