Lueurs, un nombre como un aliento cálido.
Una palabra al final de la cual baila una luz, pequeña, cálida, suave... pero ¿de dónde viene?
¿Será el sabor de la salsa, el aroma del vino, las risas del fondo de la sala o tal vez el crepitar del fuego que ilumina el camino?
Como un experimento, Lueurs le da la bienvenida a su mundo, donde la cocina poética y alegre se mezcla con el ambiente cálido y acogedor de una casa cargada de historia, para que, una vez en casa, el sabor se convierta en un recuerdo.
Para nosotros, cocinar es un placer, un ejercicio de reflexión y pasión, donde se funden seriedad y creatividad.
Perseguimos el sabor, el equilibrio, pero sobre todo la emoción...
En todas sus formas: desde los recuerdos redondos y cálidos de la infancia hasta los descubrimientos crujientes, los placeres untuosos y las novedades picantes.
En Lueurs, el terruño y la estacionalidad se dan por descontados.
La cocina consiste en sublimar las estaciones.
En el huerto crecen cosmos y verbena, tagetes y shiso, con sus raíces hundidas en la arena del Loira.
Otras plantas florecen a orillas del Loira, en el bosque, ante nuestros ojos...
Traídas a usted por recolectores silvestres, es en sus platos donde nos gusta revelarlas.
Una palabra al final de la cual baila una luz, pequeña, cálida, suave... pero ¿de dónde viene?
¿Será el sabor de la salsa, el aroma del vino, las risas del fondo de la sala o tal vez el crepitar del fuego que ilumina el camino?
Como un experimento, Lueurs le da la bienvenida a su mundo, donde la cocina poética y alegre se mezcla con el ambiente cálido y acogedor de una casa cargada de historia, para que, una vez en casa, el sabor se convierta en un recuerdo.
Para nosotros, cocinar es un placer, un ejercicio de reflexión y pasión, donde se funden seriedad y creatividad.
Perseguimos el sabor, el equilibrio, pero sobre todo la emoción...
En todas sus formas: desde los recuerdos redondos y cálidos de la infancia hasta los descubrimientos crujientes, los placeres untuosos y las novedades picantes.
En Lueurs, el terruño y la estacionalidad se dan por descontados.
La cocina consiste en sublimar las estaciones.
En el huerto crecen cosmos y verbena, tagetes y shiso, con sus raíces hundidas en la arena del Loira.
Otras plantas florecen a orillas del Loira, en el bosque, ante nuestros ojos...
Traídas a usted por recolectores silvestres, es en sus platos donde nos gusta revelarlas.








