Es difícil pasar por alto la bonita barcaza de Mathilde Batardière y Wolfgang Castellanos Bejarano mientras se pasea por el río Maine, en el Quai des Carmes. Con su pintura azul, naranja y blanca, y su magnífica terraza con vistas a la catedral y al castillo, es uno de los lugares más agradables durante el verano. En invierno, la acogedora bodega da la bienvenida a los amantes de los buenos vinos y los grandes productos. Mathilde, la sumiller, ha elaborado una lista de excelentes referencias...